Las declaraciones del ciclista estadounidense Lance Amstrong, que tras las
investigaciones confiesa que se dopó en la última carrera, ponen en entredicho
el papel de la mafia internacional del dopaje para poner al límite a los
campeones. Con este hecho no solo cae un mito, sino que Amstrong amenaza con
tirar de la manta y destapar hasta dónde llegan los líos de la mafia.
La imagen del ciclista,
hoy en la portada del Mundo, es más
que elocuente. En ella se nos presenta con unos ojos perdidos en el horizonte, que hablan claramente de sumisión y
perdón. Totalmente contraria a la mirada
desafiante y segura a la que nos tiene acostumbrados cuando se siente el
campeón invencible.
PODER INFORMATIVO
La expresión facial tiene
un alto poder informativo y ha
seguido un complejo recorrido evolutivo.
Los gestos no mienten. Solo
los individuos entrenados pueden disimular parte de sus emociones, en un escenario
concreto. En el caso que nos ocupa los
sentimientos pueden al control y a través de su rostro vemos gestos de
dolor y pesar.
Llama la atención la represión verbal que expresa su cara
con los labios apretados y aire contenido bajo sus labios y las arrugas de tensión en los surcos
nasogenianos, es decir los que se
marcan paralelamente a la nariz y discurren hacia los extremos de la boca. Aunque las expresiones por la función motora
pueden parecer infinitas, la gestualidad que acompaña a sus emociones es limitada y por eso se puede llevar a
estudio.
MAL ENDÉMICO
El chantaje y las malas
artes en el deporte, donde debe reinar el honor, la competitividad, el
valor y el esfuerzo; se empiezan a tambalear. De hoy en adelante veremos hasta dónde llega
la fuerza del silencio del ganador de los siete tours con su amenaza velada.
Es una lástima que la
rueda de la corrupción y del dinero
fácil que se gana entre los representantes deportivistas hagan caer a mitos de
estas características.
¿Qué dirán ahora los
franceses?
Sara Dobarro
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