La curiosidad de los internautas por los gestos de los protagonistas de actualidad, me lleva a analizar, por un lado, la Comunicación No Verbal de Mas y Rajoy en la inauguración del AVE a Girona, y por otro, la intervención de Leo Messi en la entrega del Balón de Oro.
Es una pena que nuestros políticos no sepan controlar sus diferencias y empañen con caras de funeral una buena noticia como la inauguración del referido nuevo tramo del Tren de Alta Velocidad. Hacía tres meses y medio que los presidentes del Gobierno de España y de Cataluña no se veían, pero reaccionaron emocionalmente como adolescentes.
GESTOS DE TENSIÓN
A su llegada a la estación de Sants, Rajoy titubea a la hora de darle la mano a Mas y manifiesta desequilibrio en sus movimientos. Lo vemos mucho más seguro cuando saluda a Ana Pastor, ministra de Fomento, que está al lado del presidente catalán. En la posición de pie, mientras esperan al Príncipe, Rajoy queda aislado con boca de raya, al dirigirse Mas a la ministra.
En el trayecto a bordo del AVE, sentados uno frente a otro, apenas cruzaron miradas. Los gestos de tensión en los rostros de Mariano Rajoy y Artur Mas, contagiaron hasta al Príncipe, a quien hicieron sentir incómodo. La CNV de Felipe fue de lo más elocuente. Su cara estaba en tensión y posaba con una mano sobre la pierna y la otra sobre el cristal de la ventanilla, pensando en cómo salir de ahí… Piernas para qué os quiero
MESSI ENTREGADO A SUS EMOCIONES
En el acto de entrega de su 4º balón de Oro, la americana de topos del argentino Leo Messi fue la anécdota. Un elemento para llamar la atención, en un gran futbolista, que como hombre se sintió muy emocionado, nervioso y vulnerable.
Si analizamos sus gestos, vemos que cuando se levanta al ser nombrado, toma aire. Inspira profundamente para relajarse. Estaba sintiendo que las emociones se estaban apoderando de él y no tenía control sobre sí mismo.
FALTA ENTRENAMIENTO
No estaba en el campo, donde realmente es el Rey. Subió las escaleras cabizbajo y con los hombros encogidos. Cuando empieza a hablar, siente la necesidad de agarrarse con los dos brazos al atril, por la sensación de pérdida de equilibrio. Nadie le había entrenado para hablar en público.
La zona emocional del cerebro se adueñó de la razón y se quedó en blanco. Por eso, no es de extrañar que se le olvidase mencionar a Tito Vilanova o a Ronaldo. Demostró ser muy humano y sensible, porque su cerebro le hizo buscar apoyo en el soporte más preciado que todos tenemos, la familia, con las palabras de recuerdo para su mujer y su hijo.
Sara Dobarro
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