Resulta muy paradójico comparar la Comunicación No Verbal de los candidatos en las elecciones catalanas frente a los gestos de los desahuciados. Los que nos han de gobernar se manifiestan como seres deshumanizados frente al dolor y la angustia de aquellos que están sintiendo en sus carnes la mala suerte de vivir en un país consentidor de la locura financiera.
Y digo mala suerte, con plena consciencia, porque la sociedad en general, jueces, policías, cerrajeros y hasta pequeñas entidades bancarias ya hemos despertado de la infamia de echar “legalmente” de sus casas a quienes no tienen dinero para hacer frente a la hipoteca. Tenemos que recuperar el norte de la dignidad y convencernos de que el obstáculo más grande es el miedo que nos quieren transmitir.
AGRESIVIDAD FRENTE DESESPERACIÓN
Los políticos catalanes se han metido en su papel de “independentistas” y se alejan fuera de la realidad. Están subidos a un tren sin ventanas donde sin tener el norte claro se dejan llevar por la locomotora del caos. Palpable ha quedado esta mañana, tras la intervención de Artur Mas, ante 400 grandes empresarios, en la inauguración del XV Congreso de Empresas Familiares.
Su discurso teñido de españolismo, pronunciado en Barcelona para la ocasión, distaba mucho de su postura del día anterior, donde con tensión en el rostro transmitía exasperación y crispación. Palmas de las manos abiertas, que debieran indicar credibilidad y franqueza pierden su significado al cabizbajear e ir acompañada de una mirada que indica todo lo contrario .
ESPAÑOLES EN CATALÁN
Por su parte, el número 3 del PSOE nacional, el aragonés Marcelino Iglesias, participó en la campaña hablando en catalán y con una comunicación no verbal preocupante. Su discurso estuvo acompañado de puños cerrados, lo que significa agresividad y del ceño fruncido y la mirada perdida, que transmite la inseguridad y desorientación que siente realmente. Y es que los gestos no mienten, porque vienen directamente de la parte emocional del cerebro.
El guiño del españolista hablando en catalán y del catalanista hablando en español, son tan falsos como la intervención del candidato Oriol Pujol. Es cierto que no hay dos sin tres. Al joven Pujol parece que no le ha dado tiempo de entrenar su Comunicación No Verbal y así muestra claramente una mirada desafiante y retadora, al tiempo que posiciona las manos como garras, símbolo de estar preparado para una lucha encarnizada. Sin duda son los culpables de que estemos viviendo en un Estado de crispación e indefensión. Aunque quieran confundir a la opinión pública, como dice la canción “no estamos locos que sabemos lo que queremos”.
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