El amor es la forma de comunicación donde más energía intercambiamos. Aunque sea una de las palabras más usadas, sigue siendo un enigma. Y si no que se lo pregunten a Alex Pentland, el padre de la ingeniería computacional, que se dedicó a medir todos los inputs de la comunicación no verbal para crear el sociómetro, y confirmó que con el amor no podía. Es posible que se haya escrito más sobre el amor que cualquier otro tema y -aun así- sigue siendo intangible.
La comunicación no verbal sin embargo se hace evidente en los estados en los que estamos enamorados. En nuestro cerebro tenemos unas hormonas, que en muchos casos funcionan como neurotransmisores, que se activan cuando el amor llama a la puerta. Así, en la zona emocional se produce un combinado de adrenalina, serotonina y endorfinas, estas últimas responsables en gran medida de la felicidad.
GESTOS INVOLUNTARIOS
Cuando ese cóctel entra en acción, en nuestro organismo se manifiestan alteraciones orgánicas, fisiológicas y químicas hormonales como que las arrugas del rostro que normalmente estén muy marcadas se difuminen, la mirada brille con una luz especial y hasta la piel se vuelva de un color más vivo o sonrosado.
La adrenalina es la responsable que se nos dilaten las pupilas de ojos cuando estamos ante alguien o algo que nos interesa, aumenta el ritmo de los latidos del corazón y agita la respiración, entre otras cuestiones. Por su parte, las endorfinas se encargan de activar las sustancias que hay en el cuerpo para ser feliz.
POLÍTICOS SIN AMOR
Los políticos deben de tener carencia de estas hormonas y neurotransmisores. Sus gestos y su comunicación no verbal lo único que nos transmiten es desconfianza, falsedad, temor, tensión, agresividad, falta de feedback e interés por los demás. Así como van a tener la paz interior que nos estimula a hacer las cosas con amor y entregarse a los demás. Creo que además confunden el amor con el sexo. Célebre ha sido la frase de J. F. Kennedy “El poder es el mayor afrodisíaco del mundo”.
El amor es el componente singular más necesario en la vida de los seres humanos. Es la retroalimentación de la energía que se transduce en el proceso comunicativo. Dicho de una manera coloquial: lo que nos hace dar y recibir a la vez; lo que nos permite experimentar a otra persona y que esa persona nos experimente a nosotros. El fundamento de toda interacción humana. ¿Creen ustedes que nuestros políticos saben amar y ser amados? Lo que es evidente es que trabajan sin amor y su visión es bastante egoísta.
El amor es el componente singular más necesario en la vida de los seres humanos. Es la retroalimentación de la energía que se transduce en el proceso comunicativo. Dicho de una manera coloquial: lo que nos hace dar y recibir a la vez; lo que nos permite experimentar a otra persona y que esa persona nos experimente a nosotros. El fundamento de toda interacción humana. ¿Creen ustedes que nuestros políticos saben amar y ser amados? Lo que es evidente es que trabajan sin amor y su visión es bastante egoísta.
Sara Dobarro
Directora Quedigo.com
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