La comunicación, propia de seres inteligentes, ha hecho que
desde hace millones de años fuésemos inconscientemente manipulados por la zona
emocional. La parte del cerebro que interpreta los signos de la Comunicación No
Verbal o gestual. Así, cuando conocemos
a una persona se producen una serie de reacciones físicas (la electricidad que
se produce en las conexiones entre neuronas) y químicas (los neurotransmisores)
que hacen que nos formemos al pocos segundos un prejuicio.
Nuestra forma de comunicarnos se ve alterada por la
vertiginosa evolución de las nuevas tecnologías. ¿Nuestro cerebro también será
digital y descifrará mensajes codificados de combinaciones binarias, es decir
de ceros y unos?... Sin duda, la tecnología ha cambiado nuestra forma de
visualizar la información y de adaptar y educar nuestro cerebro. Hoy es un
deber, entrenar a este valioso órgano, del que tanto aún desconocemos para
aprender a discernir la verdad y la realidad de los engaños y la manipulación.
EINSTEIN
Albert Einstein decía “temo el día en que la tecnología
sobrepase a nuestra humanidad. Será entonces cuando el mundo tenga una
generación de idiotas” Si observamos imágenes comunes de nuestros jóvenes,
estos ya no saben reunirse sin seguir chateando con sus móviles por Whats App.
Una aplicación para comunicarse fácil, rápida y gratuita… ¿Por qué nos dan algo
gratis?...
Las tecnologías han cambiado por completo la forma en que se
comunican las marcas con los consumidores. Entiéndanse estas por, partidos
políticos, prendas de vestir, comportamientos en zonas de ocio, nuevas
prácticas deportivas, costumbres urbanas, etc… La publicidad es consciente de que la
comunicación ha cambiado y que los seres humanos estamos empezando a conocernos
para cambiar.
CONOCERNOS PARA CAMBIAR
Es muy importante tomar consciencia de nuestros mecanismos
de funcionamiento fisiológico como de
comunicación interna: tanto en nuestro organismo como de las organizaciones donde
nos desarrollamos. Somos mucho más que animales racionales. Somos seres
emocionales que respondemos a estímulos. En la actualidad, los estudios
avanzados de neuromárketing han hecho que se disponga de mecanismos que activen
nuestros 5 sentidos, olores, música, tacto, imágenes, etc.
Nuestras células son inteligentes y es la unidad de memoria
más pequeña que tiene nuestro organismo. Hay quien estudia cómo y qué señales
mandarles para que las personas modifiquemos nuestro comportamiento sin ser
conscientes, es decir manipuladas. Y todo para que otros puedan vivir mejor.
Sara Dobarro
Directora de Quedigo
0 comentarios:
Publicar un comentario