miércoles, 10 de octubre de 2012

MANIPULADOS SIN SABERLO


La comunicación, propia de seres inteligentes, ha hecho que desde hace millones de años fuésemos inconscientemente manipulados por la zona emocional. La parte del cerebro que interpreta los signos de la Comunicación No Verbal  o gestual. Así, cuando conocemos a una persona se producen una serie de reacciones físicas (la electricidad que se produce en las conexiones entre neuronas) y químicas (los neurotransmisores) que hacen que nos formemos al pocos segundos un prejuicio.


Nuestra forma de comunicarnos se ve alterada por la vertiginosa evolución de las nuevas tecnologías. ¿Nuestro cerebro también será digital y descifrará mensajes codificados de combinaciones binarias, es decir de ceros y unos?... Sin duda, la tecnología ha cambiado nuestra forma de visualizar la información y de adaptar y educar nuestro cerebro. Hoy es un deber, entrenar a este valioso órgano, del que tanto aún desconocemos para aprender a discernir la verdad y la realidad de los engaños y la manipulación.

EINSTEIN

Albert Einstein decía “temo el día en que la tecnología sobrepase a nuestra humanidad. Será entonces cuando el mundo tenga una generación de idiotas” Si observamos imágenes comunes de nuestros jóvenes, estos ya no saben reunirse sin seguir chateando con sus móviles por Whats App. Una aplicación para comunicarse fácil, rápida y gratuita… ¿Por qué nos dan algo gratis?...

Las tecnologías han cambiado por completo la forma en que se comunican las marcas con los consumidores. Entiéndanse estas por, partidos políticos, prendas de vestir, comportamientos en zonas de ocio, nuevas prácticas deportivas, costumbres urbanas, etc…  La publicidad es consciente de que la comunicación ha cambiado y que los seres humanos estamos empezando a conocernos para cambiar.

CONOCERNOS PARA CAMBIAR

Es muy importante tomar consciencia de nuestros mecanismos de funcionamiento  fisiológico como de comunicación interna: tanto en nuestro organismo como de las organizaciones donde nos desarrollamos. Somos mucho más que animales racionales. Somos seres emocionales que respondemos a estímulos. En la actualidad, los estudios avanzados de neuromárketing han hecho que se disponga de mecanismos que activen nuestros 5 sentidos, olores, música, tacto, imágenes, etc.


Nuestras células son inteligentes y es la unidad de memoria más pequeña que tiene nuestro organismo. Hay quien estudia cómo y qué señales mandarles para que las personas modifiquemos nuestro comportamiento sin ser conscientes, es decir manipuladas. Y todo para que otros puedan vivir mejor.

Sara Dobarro
Directora de Quedigo

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