martes, 23 de octubre de 2012

La Química de la Violencia


La Química de la Violencia

Todos somos una bomba emocional y de nuestro equilibrio, que está en el cerebro,  depende que no explotemos. Las conductas violentas como las del autor del reciente doble crimen de El Salobral o terribles sucesos donde los padres matan a los hijos, o adolescentes  pegan y consumen a sus padres, me dan que pensar.

Una de las mujeres más sobresalientes del siglo XIX, Concepción Arenal, a quien tengo especial simpatía por también haber nacido en Ferrol y por su condición de humanista, ya decía “Odia al delito y compadece al delincuente”.

EMOCIONES NEGATIVAS

Hace años, estas palabras me parecían fruto de una inagotable bondad. Hoy las encuentro cargadas de sabiduría y de sentido. Sus estudios penitenciarios y sus visitas a los presos, dos siglos más tarde, cobran un valor especial en este siglo de incertidumbre donde la seguridad también se ve amenazada. Y donde las neurociencias nos enseñan las bases biológicas de la química de la violencia.

La Química de la Violencia

Las sustancias químicas que están en el cerebro y se encargan de transmitir información entre las distintas partes del cuerpo se llaman neurotransmisores. Estos tienen una notable influencia sobre las funciones mentales, las emociones, los estados de ánimo, el comportamiento y el humor.

ADOLESCENTES

Un estudio reciente parece demostrar que los videojuegos violentos producen alteraciones a largo plazo en las funciones cerebrales de los jóvenes. Está claro que la violencia tiene una influencia neurológica negativa y afecta a las zonas emocionales del cerebro y potencia el comportamiento agresivo.

Dicho esto, me preocupa que nuestros adolescentes se incorporen a una sociedad llena de frustraciones, rebeldía, indiferente, con pocas oportunidades y además corrupta. No quiero justificar lo injustificable, pero siento y con dolor, que estos sucesos brutales que cobran grandes espacios en los medios informativos son directamente proporcionales a la angustia del criminal.  ¿Qué se dispara antes el click del percutor de la pistola o de la conexión neuronal?...Todos podemos ser bombas emocionales, cuidado no prendamos la mecha.

Para más información Más sobre Ti”®

Sara Dobarro
Directora de Quedigo.com

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