EL EUROENGAÑO DE ESPERANZA AGUIRRE

Macao, el Eurovegas de China

Refiriéndose a Eurovegas, días atrás, Esperanza Aguirre salía en todos los telediarios de las televisiones españolas diciendo “Miren mi cara y se lo dirá todo”, mostrando una sonrisa de oreja a oreja y los ojos chispeantes. Con un buen uso de la Comunicación No Verbal, la veterana presidenta de la Comunidad de Madrid anunciaba la noticia de que, definitivamente, Eurovegas se instalará en la capital de España.

Tan ganadora se sentía la señora Aguirre de vencer por la mano a Cataluña, que no calibró la polémica que se levantaría por el peaje que debía pagar al magnate del juego. Para empezar, a los catalanes les molesta la prepotencia del anuncio y se sacan de la manga su Barcelona World, muy propio para una Autonomía que acaba de pedir el rescate. Estoy convencida de que a los políticos les va el juego, las caras de póker y las partidas con farol.

CASINOS Y AZAR

La fortuna que posee el Sr. Adelson no se levanta en unos años sin esfuerzo. Y el que juega con armas peligrosas puede resultar herido, máxime cuando la ética no existe y sólo importan los dólares y no los dolores ajenos. Y así comienzan los problemas: Aguirre anuncia que permitirá a Eurovegas ser una “ciudad sin Ley”, en cuanto al consumo de tabaco se refiere. El partido la hace desdecir a sabiendas que pueden hacerle perder el pulso.

Aguirre ha jugado bien las cartas de la comunicación emocional. En la situación de España con tantos millones de parados y sin dinero en las arcas públicas ¿Quién se podría resistir a la creación de 261.000 puestos de trabajo y la inversión de más de 16.000 millones de euros? Uy, con lo positivo que puede ser además para la respuesta de los mercados.

CORTINA DE HUMO

Hagan juego señores y realicen sus apuestas. ¿Quién va a ganar?... El magnate del juego ya ha dicho que de los 16.000 millones, él solo pondrá una tercera parte ¿Quién va a poner el resto? ¿Algún socio oculto? ¿Con qué fines?... Pensemos que  los casinos están acostumbrados a ganar.

Lo siento pero creo que el dinero fácil nada bueno puede traer. Sin darnos cuenta estamos hipotecando nuestro futuro. Pensemos en generar valor y motivación para enriquecer nuestro país. El mercado, sí, por supuesto, pero pongamos por delante el capital humano, a nuestros jóvenes, a todos los españoles. Un proyecto que nace bajo presión y de generar rivalidad entre dos autonomías, me da mala espina. Fuera esa cortina de humo y actuemos con transparencia, sin engaños.

Sara Dobarro

Directora de Quedigo