EL CEREBRO PIENSA EN IMÁGENES

El Cerebro piensa en imágenes

La buena comunicación nace del interés interior por querer aprender para compartir y hacerse entender. Dicho así parece una obviedad, pero tiene más enjundia de lo que parece, porque cada día competimos con más imágenes. Si ya los clásicos practicaban el arte de la retórica, al aplicarse en el verbo, hacerlo en la comunicación significa ser consciente  también de la CNV (Comunicación No Verbal).  Según recientes estudios, se sabe que el cerebro, desde hace 500 millones de años,  piensa y guarda información en imágenes.

La Comunicación No Verbal, que supone un 93 por ciento del conjunto de nuestra comunicación, incluye nuestra expresión facial, los gestos, la mirada, la postura y el tono de voz. Todo nuestro ser está transmitiendo unas señales visuales y sensoriales, que activan impulsos eléctricos en los demás, lo que les da una primera impresión sobre nuestra persona, a los pocos segundos de vernos.

ESCUCHAR MIENTRAS HABLO

Aprenderse un discurso, puede ser fácil, si uno está dotado de buena memoria. Pero, ¿Es esto comunicar? ¿Hablo para que me escuchen, para escucharme a mí mismo, o para escuchar a los demás?... Cuando comunico, hablo para que me escuchen, para escuchar a los demás y para interpretar los gestos de su Comunicación No Verbal además de atender a todos los mensajes que está emitiendo nuestro cuerpo, del que no podemos escapar. Por eso aunque estemos en silencio, seguimos comunicando.

Llegado a este punto de conocimiento, pensemos en lo fácil que es hacernos entender, cuando la necesidad nos apremia y necesitamos comunicarnos en un país extranjero donde no hablan nuestro idioma. En este caso, nuestras ganas por hacernos comprender a través de la CNV suplen la necesidad de palabras.

LEER LAS SEÑALES DEL CUERPO

En este caso, solo queríamos captar la atención para un fin egoísta y ha funcionado. ¿Si quiero compartir conocimiento?... Entonces tendré que prestar especial al feedback,  siendo consciente que la mayoría de nuestros mensajes los transmite mi imagen. Es fundamental atender a la retroalimentación de la comunicación: me interesa lo que dices y  te escucho mientras hablo.  Tenemos que acostumbrarnos a leer las señales de los demás mientras nosotros estamos verbalizando. Así sabremos si estamos captando la atención o aburriendo a nuestro interlocutor o público.

Otro punto importante es transmitir confianza y sólo la generaremos si comunicamos con seguridad. La imagen que proyectamos va a influir de forma decisiva en el éxito de nuestra intervención. De lo que escucho, al cabo de 3 días recuerdo un 10 por ciento, mientras de lo que veo, recuerdo un 65 por ciento, porque nuestro cerebro piensa en imágenes.

Sara Dobarro

Directora Quedigo.com